Una plataforma que premia tu esfuerzo por desplazarte de forma sostenible.
La madrileña Beatriz Rivera Rey lleva más de 10 años en el mundo de la moda. Después de conocer la parte más oscura de la industria decidió apostar por otras fórmulas más sostenibles. Hoy es la creadora de Bluyins, una marca de vaqueros que pone el foco en el Slow Fashion y la moda responsable sin dejar de lado el diseño y el buen precio.
Pepo Jiménez.
“Desde niña siempre me ha fascinado lo que cada uno puede llegar a transmitir simplemente con su forma de vestir”, nos cuenta Beatriz Rivera. Para esta creativa y especialista del sector, la moda funciona como un lenguaje más que sirve para emitir estados de ánimo y valores, donde las palabras son las prendas y la prosa el buen arte de saber combinarlas.
Y dentro de este lenguaje universal, el mejor ejemplo de esa palabra polisémica, que vale para expresarlo todo, es el vaquero, una prenda que puede funcionar tanto para bajar a la mina como para ir de fiesta. Una prenda transversal que no entiende de clases, todo depende del valor que le des y de cómo la combines: “Para mí, el vaquero es siempre la prenda más técnica, la que representa una fidelidad recíproca y la que me ha devuelto a mí misma cada vez que la visto”, dice esta licenciada en ADE y experta en dirección de empresas de moda.
Beatriz ha tenido un largo viaje por la industria para darse cuenta que la moda debe estar al servicio de todos y no nosotros al servicio de las modas. Y el impacto en la producción de un simple vaquero es clave en ese proceso reflexivo: “Cuando trabajé en algunas de las grandes marcas y viajé por Asia y Latinoamérica empecé a informarme: ¿De dónde viene esta prenda?¿Cómo se produce? ¿Cuál es la cara b? Y cuando lo ves tan claro, con números, con horas de trabajo dices: ‘no quiero eso’, ‘quiero cambiar las cosas’”.
Así nació Bluyins, una marca que se ajusta como los vaqueros, a los principios reeducados de su creadora: “Apostamos por el diseño local, por la sostenibilidad, tanto en el tejido como en la producción; y por la personalización. Y somos una marca que habla de mujeres, que habla de nuestros valores”…
“Para lavar unos jeans en fábrica se usan de media 80 litros, nosotros hemos llegado a fabricar una prenda únicamente con 2 litros”, Beatriz Rivera.
Además de usar un denim de algodón orgánico, que consume un 91% menos de agua, Bluyins apuesta por las donaciones de tejido, las reparaciones y el alquiler de prendas, sin olvidar nunca la tecnología: utilizan el láser para envejecer sus prendas. “Cuando estuve en una fábrica en Bangladesh, para lograr ese desgastado tradicional de un vaquero, le pregunté a un empleado cómo lo hacían algunas marcas: ‘Bea, con una piedra y 10 horas frotando el pantalón’. Esto no puede ser”, afirma Beatriz.
Bluyins quiere ser “versátil, urbana, cañera… una marca 360”, como dice su creadora. No puede ser solo mero postureo: “…porque la sostenibilidad no tiene que ser inaccesible, tiene que ser también social y económica. Si no nunca será.”