
¿Te imaginas una pintura ecológica que hiciese el mismo efecto que las hojas de los árboles de un bosque frondoso?
Si la tecnología forestal funciona, ¿por qué no actualizarla al siglo XXI y sacarle el máximo provecho? Así nació Dronecoria, una organización que tiene como objetivo reforestar España con un sistema de alto valor y bajo coste: los drones.
Su fundador es Lot Amorós, ingeniero informático y apasionado por el desarrollo que tuvo la idea, pero tenía claro que esta aventura solo tenía sentido si era compartida. Por ello, todo el conocimiento biotecnológico y el material de Dronecoria es de código libre y está abierto a cualquier entidad que comparta los mismos ideales: restaurar el ecosistema.
Juntos podemos reverdecer el mundo.