Episodio 1×01 Envejecer feliz y en compañía
Fundación 26 de Diciembre
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Volver al armario en la tercera edad no es una opción.

La vejez, esa etapa. Puede significar soledad, sobre todo, para las personas LGTBI+, quienes en muchas ocasiones se ven en la situación de tener que volver al armario nada más ingresar en una residencia. La Fundación 26 de Diciembre trabaja para fomentar la compañía, la felicidad y la dignidad de las personas mayores que pertenecen a este colectivo con talleres, servicios de ayuda y la primera residencia de ancianos LGTBI+ donde todas las personas que lo deseen puedan pasar sus últimos años en un lugar lleno de tolerancia y respeto sin importar a quién ames o cómo expreses tu género.

Además de los achaques de la edad que afectan a la salud y a la dependencia física, los más mayores siguen sufriendo un trato paternalista por la gran parte de la sociedad. Aquellos que nos enseñaron y nos criaron se convierten, a ojos de los demás, en personas sin capacidad de decisión ni autonomía. Si ya es muy duro para una persona heterosexual, en el caso de las personas LGTBI+ va más allá, ya que se ven presionados a esconder su identidad sexual y de género en las residencias al tener que convivir de nuevo con aquellas personas que les excluyeron años atrás. En el último tramo de sus vidas, tienen que volver al armario.

“La homofobia no mengua con la vejez, al contrario. Por eso es importante vivir la última etapa de la vida con tranquilidad, ames a quien ames”. Federico Armenteros es educador social de profesión, y también presidente de la Fundación 26 de Diciembre, una organización pionera en ofrecer cuidados para mayores de la comunidad LGTBI+, que además ha impulsado la primera residencia para personas de este colectivo en España.

Federico lleva toda la vida luchando para encontrar su lugar en la sociedad. De joven ingresó en un seminario de Madrid para intentar olvidar su sexualidad, aunque un tiempo después se vio obligado a abandonar ese camino. Fue entonces cuando se mudó a Galicia y se casó con Lolita, una monitora de campamentos, con quien acabó teniendo una hija. A los 36 años empezó a reconciliarse consigo mismo gracias a terapia y decidió volver a la capital. Desde hace años lidera la Fundación 26 de Diciembre con su pareja, Inocente Aguado.

Además de la residencia, que abrirá sus puertas en los próximos meses con el objetivo de crear un espacio seguro de homofobia y transfobia abierto a todo el mundo, los logros de la fundación son remarcables. Federico Armenteros y su equipo han conseguido llevar a la conversación pública la homofobia y la transfobia en la tercera edad: la Fundación 26 de Diciembre ofrece formación especializada en diversidad psicosexual y psicoafectiva, servicio de ayuda a domicilio y teleasistencia, y alojamiento en pisos tutelados.

El cuidado de los mayores es un reto presente y futuro de nuestra sociedad. La humanización y el buen trato son elementos que debemos mejorar para lograr una vejez digna y en compañía. Y la identidad sexual y de género son elementos cruciales: no podemos borrar quiénes somos a medida que nos hacemos mayores. “Esa sería la peor derrota vital”, dice Federico. Por eso debemos apoyar iniciativas como la Fundación 26 de Diciembre, que permite a muchas personas vivir la última etapa de sus vidas cuidados y acompañados sin que importe a quienes aman.

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