El pasado 10 de septiembre, la tormenta Daniel llegaba a Libia, dejando a su paso graves consecuencias para la población. Un suceso afecta a toda la población, pero sobre todo a los niños y niñas, quienes se encuentran entre los más vulnerables y corren un alto riesgo de sufrir brotes de enfermedades, falta de agua potable, desnutrición, interrupción del aprendizaje y violencia.

Es por eso que UNICEF, la organización defensora de los derechos de los niños, se encarga de distribuir suministros de emergencia esenciales para salvar la vida de miles de niños, niñas y sus familias. Entre los suministros se encuentran, kits de higiene, tabletas de purificación de agua, suministros médicos y kits de ropa de abrigo.